Dedicamos mas de un tercio de nuestra vida al descanso nocturno y realmente no le prestamos mucha importancia a la elección de las condiciones de nuestro descanso.
Si bien la oferta del mercado y las normas de ergonomía, han mejorado notoriamente, el cliente cuando va a decidir la compra de un nuevo colchón o sommier no sabe por dónde empezar
¿Qué cosas debemos saber a la hora de realizar nuestra compra?
La firmeza del colchón es la resistencia que ofrece un colchón contra la carga producida por el cuerpo humano. Un buen colchón es el que presta apoyo a toda la columna cuando se está acostado boca arriba. Esto se comprueba acostándose boca arriba con las piernas estiradas. Se debe notar que la columna lumbar está apoyada en el colchón y que no forma un arco por encima de él.
El colchón debe ser firme y recto. Ya pasaron los tiempos donde algunos profesionales de la salud aconsejaban que el colchón debía ser duro, hoy debe ser firme, pero debe ser suficientemente mullido como para adaptarse a las curvas de la columna. Un colchón muy duro, como el suelo o una tabla, es tan perjudicial como un colchón excesivamente blando, en el que la columna se mueve sin la debida contención.
Hoy el mercado ofrece una serie de colchones, de resortes, con resortes internos, de espuma de alta memoria, espuma inteligente, etc., pero no todos son aconsejables para todo el mundo.
Cada ser humano debe seleccionar su colchón basado en si presenta alguna patología osteo articular o musculo esquelética, también en su peso, y fundamentalmente en las recomendaciones que los vendedores expertos puedan aportarle.
Es inevitable que cuando uno va a realizar una compra de esta envergadura, primero se fije en el precio , pero a diferencia de cualquier otra compra, en este rubro la misma se realiza cada diez años y es donde recuperaremos nuestras energías a la hora del descanso y en la que evitaremos o no patologías en nuestra columna que luego nos pasaran un costo mucho mayor que el que pagamos tratando de ahorrar en un artículo que no admite la «regla del ahorro», no olvide usted que la compra de un sommier es una inversión en su descanso y en su salud.
Obviamente existe un «gusto» estético a la hora de efectuar su compra, pero también debe prevalecer en su elección que su estética vaya de la mano con la eficacia del mismo, según el IBV (Instituto de Biomécanica de Valencia) en su portal www.mibienestar.es, hay ciertos criterios se deben tener en cuenta, en cuanto al tamaño, para camas individuales es aconsejable un ancho de entre 90 y 110 cm, mientras que para las camas dobles el ancho apropiado oscila entre los 135 cm y los 150 cm. La longitud de la cama debe ser entre 10 y 15 cm. mas de la altura del usuario.
Si son camas infantiles, depende de la edad y tamaño del niño. La altura del conjunto cama-colchón tiene que rondar los 40 cm. En cuanto a la firmeza, un colchón demasiado duro es tan perjudicial como uno excesivamente blando e inconsistente. El colchón debe ser firme y prestar apoyo a toda la columna (incluida la zona lumbar que es la que más puede llegar a sufrir) cuando se está acostado en la cama boca arriba, de manera que se distribuya la presión del cuerpo de forma adecuada, las piernas deben quedar a una altura idónea (ligeramente elevadas) de manera que se favorezca la circulación sanguínea durante el sueño.
Al hablar de los niños la elección es importante, no hay que olvidar que es una edad donde los chicos saltan, juegan, rebotan en la cama y debe soportar mayores embates que las de un adulto o adulto mayor, además de que estamos hablando de una columna vertebral en pleno desarrollo y que necesita el soporte y la contención adecuada.
Es por eso que a la hora de elegir un colchón para niños deberíamos dejar un poco de lado la parte «colorida o divertida», si es que esta no cumple con los requisitos ergonómicos o de salud que explicábamos antes.
Elegir un buen sommier para la edad infantil, es prevenir patologías por un mal descanso en su adultez.
LA «FAMOSA Y TEMIDA ALMOHADA»
No todo se limita a la elección del sommier, correcto, la elección de la «famosa» almohada, cumple un rol preponderante.
La almohada es la culpable de casi todas las quejas de los usuarios, … «que si es muy blanda, que si es muy alta, que si es muy baja, que si es muy dura…», eso hace que en el mercado hoy en dia existan muchos tipos de almohadas, para lo que usted desee, de plumas, viscosas, de látex, de tergopol, inteligentes, con la forma de la columna cervical, redondas, anatómicas.
Y es lógico la almohada es un producto «muy personal», y una de las responsables de nuestro descanso todos los días.
Ud. debe asegurarse que su almohada, se adapte a usted y no usted a la almohada, que cuente con los materiales adecuados para su prefecta respiración y asi evaluar si su transpiración es buena o mala.
La almohada debe asegurar que las vertebras cervicales y las dorsales formen el mismo ángulo que cuando se está de pie, por esa razón la persona que duermen boca arriba deben seleccionar almohadas finas, de forma que las cervicales mantengan el mismo ángulo.
Sabemos que dormir boca abajo no es recomendable ya que la cabeza deber exigir un giro de rotación del cuello hacia un lado u otro para permitir la correcta respiración, de todas maneras, mientras usted trata de corregir ese mal habito una almohada gruesa le permitirá ir adoptando la postura de lado, apoyándose sobre cualquiera de sus hombros y de esta forma la columna se mantendrá alineada.
En definitiva, comprar el lugar donde descansaremos de una día ajetreado, no puede ser una compra librada ni al azar, ni evaluando el gasto, tal vez en esta compra es donde más podemos aplicar aquella famosa frase «lo barato sale caro»
En definitiva un buen sommier y una buena almohada, hacen a una columna sana, y una columna sana , hace a un ser humano feliz.
MAGELA MOSQUEIRA GORRITI
Téc. Kinesiólogo Drenajista
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